El ingeniero Daniel Gamboa, investigador del proyecto Trigo y Maíz de la EEAOC, trazó un panorama de la siembra de maíz de la presente campaña.
El exceso de lluvia amenazó las posibilidades de siembra y obligó, en algunos casos, a retrasarla. Hay maíces que ya están en floración y otros, sembrados tardíos, en seis hojas, dependiendo de cómo se presentaron las lluvias y la oportunidad de siembra en cada campo. Se estima que las siembras habrían concluido el 22 de enero, con un porcentaje importante de siembras tardías. Lo deseable sería empezar entre el 15 a 20 de diciembre y terminar entre el 10 y 15 de enero, situación que queda supeditada la mayoría de las veces a las condiciones climáticas de la campaña, recalcó. Contrariamente a lo ocurrido el año pasado (donde hubo periodos con sequía), las condiciones climáticas de esta campaña fueron más húmedas tanto en primavera como en el principio del verano, que hicieron que las oportunidades de siembra fueran cortas, debido al exceso de agua, y por lo tanto se termino de sembrar en fechas tardías. Algunos lotes no se sembraron o lo hicieron tardíamente.
Consideraciones
– La campaña fue muy irregular, hubo situaciones muy contrastante en cuanto a la siembra. Empezó con buenas expectativas, se realizaron los barbechos con tiempo, pero se terminó complicando por la abundancia de agua. Algunas zonas de la provincia fueron perjudicadas por los excesos de lluvias pero otras no se vieron tan afectadas y los maíces están en buen estado, casi llegando a floración.
– Se observa que la superficie sembrada aparentemente no varió en relación a la del año pasado. En algunos casos se podría pensar que fue un poco menos, ya que hay lotes que podrían haberse destinado al poroto debido al retraso que causó la cantidad de lluvia.
-Si bien se esperan rendimientos buenos porque el agua no faltó, no se sabe si el exceso fue más perjudicial. Todo eso se podrá analizar al final de la campaña.
– La abundante lluvia precipitada hizo que los caminos sean intransitables, y no se pudiera entrar con las máquinas a tiempo en los campos; además, los herbicidas pre emergentes fueron lavados y no funcionaron bien.
– También hubo pérdidas importantes del rastrojo generado con las rotaciones, lo que causó un gran perjuicio, pero la situación de quienes no realizan esta práctica, fue aun más grave.
– Otro tema importante a destacar es el deterioro que sufrió la zona, los causes de agua dejaron los caminos destrozados. Es un problema que hay que solucionar urgente, de lo contrario no se podrá sacar la cosecha. Sería bueno tomar conciencia entre todos los que estamos vinculados, y, como es un problema de estructura de la cuenca, también la provincia debería intervenir para ayudar a solucionarlo.
-Realizar permanentemente monitoreos y en caso de detectar alguna mancha sospechosa consultar a la brevedad a la EEAOC o a otra institución que identifique la enfermedad. El monitorio es clave. El productor debe estar atento ya que por algunas situaciones observadas en el campo, podría haber problemas sanitarios tanto en tallo, como en hoja y raíces. Asimismo, si el maíz viene bien, hay que cuidarlo y sería óptimo hacer fungicidas, teniendo en cuenta todas las precauciones correspondientes.