La plantación de la caña de azúcar es una de las etapas de mayor importancia e inversión económica. En Tucumán, se presentan tres épocas de plantación: verano, otoño-invierno y primavera, siendo la otoño-invernal la época en la cual se realizan la mayoría de las plantaciones.
Esta época de plantación, está caracterizada por la disminución de las temperaturas y la posible ocurrencia de heladas. Prácticamente toda el área cañera tucumana está expuesta a la ocurrencia de heladas que tienen efectos negativos sobre los cañaverales con importantes pérdidas en la producción de azúcar, limitando, además, la disponibilidad de caña semilla apta para llevar a cabo las renovaciones y/o plantaciones comerciales.
Debido a esto último, en las zonas donde ocurren las heladas de mayor intensidad y duración (este del área cañera) sería conveniente realizar las plantaciones antes de los meses de mayor probabilidad de ocurrencia de las mismas (junio, julio), con el objetivo de asegurar la disponibilidad y calidad de la semilla.
Cuando, debido a la ocurrencia de heladas tempranas, o por demoras en la planificación y/o ejecución de las plantaciones, los lotes semilleros estuvieron expuestos al efecto del frio, se deberá analizarse consecuencias sobre el estado de la caña semilla.
Las yemas de la caña de azúcar resultan afectadas en forma variable según la severidad y duración de las heladas, la variedad, el estado de crecimiento del lote o si la caña está erecta o caída. Ante esta situación es necesario realizar evaluaciones para decidir si la caña semilla está en condiciones de ser utilizada en las plantaciones.
En tal sentido les aconsejamos a los productores tener en cuenta los siguientes aspectos y recomendaciones:
Por causa de las heladas, muchos lotes destinados a producir caña semilla pueden perder su condición de semillero. En algunas explotaciones cañeras de la provincia, como alternativa para conservar la caña semilla y preservarla del efecto de las heladas, se realiza la práctica de cortar la semilla, formar parvas y taparlas con hojas y despuntes. En este caso el tapado debe ser con una capa importante de maloja y despunte, ya que la caña mal tapada puede sufrir más el efecto del frío que la semilla en pie.
Antes de plantar esta caña semilla almacenada, se debe verificar el estado en que se encuentra, para corroborar que las yemas estén en buen estado y la caña no se haya deshidratado demasiado. En caso de que se observen cañas con las yemas en una condición dudosa y/o los tallos muy deshidratados se debe descartar este material. Cabe resaltar que hachar y tapar la caña semilla es una práctica que se realiza solo en circunstancias en las cuales no es posible utilizar inmediatamente la caña semilla y existe el riesgo cierto de la ocurrencia de heladas.
Las heladas son un fenómeno probable en el área cañera tucumana, por lo tanto, su ocurrencia debe tenerse en cuenta al momento de realizar la planificación general de la explotación cañera, ya que afectan no solo a la plantación sino a todo el manejo del cañaveral.