Charlas virtuales: tercera para el sector agroindustrial citrícola

Bajo el lema “el campo no para, nosotros tampoco”, la EEAOC junto a la empresa Brucke Agro organizó Jornada Virtual Nª16 y la tercera para el sector agroindustrial citrícola, nos comentó el Ing. Hernán Salas, Coordinador del Programa Citrus y Director Asistente de la EEAOC. En esta oportunidad, nuevamente se abordó el análisis de las condiciones meteorológicas de la campaña que recién comienza y su analogía con otras campañas que presentaron características similares y como impactaron en los aspectos cualitativos y cuantitativos de la producción, exposición a cargo de Jorge Forciniti de la Sección Agrometeorología. Seguidamente, se invitó a la Ing. Vanesa Hochmaier del INTA Concordia quien gustosamente accedió a comentar sobre las experiencias en el NEA del control de mancha negra, enfermedad fúngica cuarentenaria, mediante el uso de estrobilurinas en naranja Valencia. De igual manera, la Ing. Gabriela Fogliata de la Sección Fitopatología de la EEAOC expuso su experiencia en el uso de estos activos para el control en limonero basada en más de 10 años de observación. A su turno, el Ing. Martin Delucis, Director de Comercio Exterior Vegetal del SENASA, quien también fue invitado a participar, mostró las estadísticas de la exportación de los últimos años y también se refirió con crudeza a la difícil situación actual con la Unión Europea, cuyo mercado aclaró, se encuentra momentáneamente cerrado por lo menos hasta el 30 de abril del próximo año. Finalmente, Salas expuso sobre los resultados de casi 20 años de investigación a campo del manejo de la cancrosis en limonero. Nuevamente y como en las otras jornadas, alrededor de 300 personas participaron activamente escuchando primero y luego a través de las preguntas a los distintos expositores.

Para escuchar algunos comentarios sobre la jornada, entrevistamos al Ing. Hernán Salas, quien respondió a  nuestras inquietudes.

¿Conforme con el desarrollo de la jornada?

Muy conforme. Creo que la gente está aprovechando realmente estos espacios de formación y actualización que se brindan en menos de 3 horas y desde el lugar donde están, mediante el uso de cualquier dispositivo electrónico habilitado. Las devoluciones que tenemos son muy favorables en ese sentido, por lo que creo seguiremos en esa línea abordando los temas de interés que se presentan también según la época del año y la cronología del cultivo.

En función de su exposición sobre la cancrosis, ¿qué aspectos desearía destacar?

Tucumán posee características agroecológicas muy buenas para la producción de limón. De igual manera, esas características que inducen a crecimiento permanente, también le son favorables a la cancrosis, que requiere justamente de tejidos nuevos y tiernos para su desarrollo. La EEAOC estudia desde el año 2002 (año e que se detectó) esta enfermedad bacteriana. La ocurrencia de lluvias abundantes coincide con las mayores manifestaciones de síntomas de cancro en las plantas. Y si además son con viento o granizo, esa manifestación se agrava mucho más aun. La presencia de espinas en algunas variedades y del minador de la hoja de los cítricos en general contribuyen en gran medida a agravar la situación.

Y en cuanto a las medidas de manejo o control de la enfermedad, que nos podría comentar?

Al ser el limonero una especie refloreciente, genera la presencia simultánea de fruta de distintas edades en la planta lo que exige períodos más largos de control. Existen medidas culturales que pueden ayudar al manejo como ser la elección de variedades o combinaciones, renovación con plantas sanas, la implantación de cortinas rompevientos, poda mecánica en plantas jóvenes (elimina brotes y frutos de la parte superior de la planta que son los más afectados), desinfección de vehículos y maquinarias, etc.

Y con respecto al control químico?

Las otras son todas medidas relacionadas al control químico y que bien realizadas, aportan sustancialmente al control de la enfermedad.

Si bien todas las formulaciones cúpricas mostraron buen control, la más eficaz fue el óxido cuproso. Se debe aplicar en lotes adultos no menos de 4 kg de cobre metálico por hectárea mensualmente desde octubre hasta febrero o marzo de ser posible, acompañando el período de lluvias (considerar que las formulaciones comerciales de cúpricos existentes en el mercado generalmente vienen al 50% de cobre metálico). A mayor cantidad de cobre, mayor protección. Asimismo, el control del minador de los cítricos resulta una herramienta clave en la estrategia. Este puede ser agregando abamectin o spinosad en las pulverizaciones terrestres y si las condiciones de piso o meteorológicas no lo permiten, el uso de la ap licación aérea ha demostrado excelentes resultados y a un costo razonable.

Es muy importante resaltar que todas estas medidas son preventivas ya que no existen curativas. Por lo tanto, y al igual que con mancha negra, debemos hacer todo lo necesario pensando en que  las condiciones serán favorables para el desarrollo de la enfermedad, independientemente de los pronósticos.

Situación agrometeorológica de la campaña 2019-20 y la campaña 2020-21 para el cultivo de limón

Durante la videoconferencia de Enfermedades cuarentenarias en cítricos: situación actual, desafío y experiencias, que llevó a cabo la semana pasada la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), el técnico Jorge Forciniti, de la Sección Agrometeorología, presentó un análisis de la situación climática, un factor determinante en el contexto actual de sequía.

“Debido a las características particulares de la campaña 2019-20, tales como las heladas ocurridas en el período mayo-julio del presente año y a la escasez de precipitaciones que se vienen registrando desde el mes de marzo, es de interés plantear cuales son las condiciones base con las cuales está comenzando la campaña 2020-21”, subrayó el profesional. .

“Para este análisis utilizamos datos meteorológicos de tres localidades a lo largo del área citrícola: La Cruz en el norte, Santa Ana en el sur y Padilla, con datos proporcionados por el INTA Famaillá, en la zona centro”, detalló Forciniti.

Principales consideraciones:

Condiciones térmicas

Las temperaturas máximas medias mensuales para la localidad de la Cruz en la campaña 2019-20, en la mayoría de los meses, los valores se encontraron por encima de lo normal. Incluso varios meses se calificaron como superiores a lo normal (noviembre, enero y mayo) y hasta muy superior a lo normal como es el caso del mes de marzo. Además, en esta zona, las máximas absolutas de los meses comprendidos entre octubre y enero, superaron los 40ºC. La evolución de las temperaturas mínimas medias mostró para la campaña 2019-20 que los meses de noviembre, enero y marzo fueron superiores a lo normal, mientras que, mayo y julio  fueron inferiores a lo normal. Las temperaturas mínimas absolutas muestran un fuerte enfriamiento en mayo y la ocurrencia de heladas moderadas en julio y agosto en esta zona.

En la zona sur del área citrícola, al igual que en el norte, la mayoría de los meses estuvieron por encima de lo normal en la campaña 2019-20. Se destacan marzo por ser extremadamente superior a lo normal y mayo-junio por ser superiores a lo normal. En esta zona la máxima absoluta superó los 40ºC sólo en el mes de octubre. También, al igual que en la zona norte se destacan noviembre, enero y marzo por ser superiores a lo normal, julio y agosto por ser inferiores a lo normal y mayo por ser muy inferior a lo normal. En esta parte del pedemonte las heladas comenzaron en el mes de mayo y llegaron a ser moderadas a severas en julio y agosto.

En la campaña 2020-21 las máximas absolutas del mes de septiembre superaron los 35ºC para casi toda el área analizada, mientras que en el mes de octubre las mismas ya superaron los 40ºC en la mayoría de las localidades desde el norte hasta el sur del área citrícola.

Condiciones hídricas

El problema de las precipitaciones en la campaña 2019-20 no fueron los totales de la campaña sino la distribución de las mismas. En la zona norte del área citrícola se registraron precipitaciones extremadamente superiores a lo normal en noviembre, superiores a lo normal en enero y muy superiores a lo normal en febrero, pero además se registraron lluvias extremadamente inferiores a lo normal en diciembre y desde marzo hasta agosto solo hubo acumulados mensuales por debajo del promedio de referencia. En padilla, la zona centro del área de análisis, hubo un comportamiento similar. Las lluvias de noviembre, enero y febrero estuvieron por encima de los valores normales, mientras que el resto de los meses estuvo por debajo de los mismos. Al igual que en la zona norte y centro, en el sur (representado por Santa Ana) se destacaron las lluvias por encima de lo normal en noviembre y febrero. Además, desde el mes de marzo y hasta agosto los valores de precipitación estuvieron siempre por debajo de lo normal. No hay que olvidar que, a lo largo de toda el área, una parte importante de las precipitaciones de los meses más lluviosos corresponden a eventos extremos, donde cayó mucha agua en cortos períodos de tiempo.

En la campaña 2020-21, en septiembre predominó la ausencia de precipitaciones en toda el área, mientras que hasta el día 20 del presente mes de octubre, se registraron lluvias inferiores a los 25 mm.

El balance hidrológico seriado mostró que en la campaña 2019-20, los acumulados teóricos del suelo estuvieron la mayoría del tiempo por debajo de los valores de la campaña 2018-19 y que la situación al 20 de octubre de 2020 está muy por debajo de los valores de octubre de 2019.

La Ing. Gabriela Fogliata expuso un análisis de 10 años de ensayos  de control químico de mancha negra, realizado por la EEAOC en limón, en Tucumán. En el análisis realizado, se hizo hincapié en la fluctuación entre campañas de los valores de incidencia de la enfermedad y de eficacia de control.

Mostró la marcada variación de la incidencia de mancha negra, donde en los últimos 10 años hubo tres campañas de muy alta presión, y una campaña de alta presión, presentando las restantes valores bajos.

Los resultados presentados, marcaron claramente cómo la fluctuación en la incidencia de mancha negra fue mayor al usar los cúpricos sin el agregado de estrobilurinas. La aplicación de estrobilurinas, redujo los valores de incidencia (en comparación con el uso del cúprico solo) y además permitió alcanzar resultados más constantes en las diferentes campañas. Mostró el beneficio de realizar una aplicación de estrobilurinas en el mes de diciembre, sin embargo destacó que los mejores resultados, obtenidos en forma consistente  a lo largo de los años de evaluación,  fueron con la doble aplicación de estrobilurinas en los momentos críticos de infección, diciembre-enero o noviembre-diciembre. Los valores de eficacia alcanzados fueron muy altos (mayor al 98%) con la doble aplicación de estrobilurinas en el 75% de los cortes evaluados, mientras que aplicación en un solo momento alcanzó este valor en el 40% de los cortes evaluados. La aplicación del cúprico sin estrobilurinas, nunca alcanzó ese valor de eficacia.

En todos los ensayos, la EEAOC realizó análisis de residuos de estrobilurinas, mostrando la factibilidad de realizar los tratamientos para la producción de fruta con destino a la exportación. Los productos y dosis recomendadas generaron valores de residuos en fruta por debajo de los Límites Máximos de Residuos permitidos tanto en la Argentina como en los mercados a donde se destina la fruta.

Además, mostró valores de residuos de cobre, recalcando la variación de los mismos en diferentes situaciones de densidad de masa foliar y el efecto de la lluvia en la pérdida de cobre sobre la superficie de la fruta, por lo cual la Ing. Fogliata recomendó ajustar las dosis y volúmenes de aplicación a las diferentes estructuras de plantas.

En base a estos resultados, la EEAOC recomendó el uso de las estrobliurinas, en doble aplicación.

Como consideraciones finales, recordó cuáles son los aspectos de esta enfermedad que se conocen para la situación local del limón, y que deben ser tenidos en cuenta al momento de planear la estrategia de control. En base a ellos recomendó lo siguiente:

  • Proteger la fruta durante todo el periodo de infección, que va desde octubre hasta febrero, siendo críticos diciembre y enero, y en algunas campañas noviembre.
  • Reducir fuentes de inóculo, especialmente el inóculo secundario, que se encuentra sobre frutos maduros y en ramas secas que pueden infectar los frutos jóvenes de la nueva floración, cuando comienzan las lluvias importantes ya que son dispersados por el agua. En cuanto a la remoción de hojarasca (donde se encuentra el inóculo primario), mencionó que se requieren más estudios locales para justificar esta práctica, ya que pruebas preliminares y estudios en Brasil mostraron que no incide significativamente en la enfermedad. Igualmente, mencionó que existen estudios realizados en otras áreas citrícolas que demuestran que la aplicación de urea (práctica común de fertilización) acelera la descomposición de la hojarasca, lo que podría favorecer la reducción de inóculo.
  • Planificar los tratamientos con el objetivo de alcanzar la máxima eficacia, debido a la complejidad de la situación por las restricciones cuarentenarias de la Unión Europea con respecto a la mancha negra, sumado a la dificultad de predecir con exactitud la intensidad de mancha negra de una campaña, por las diferentes condiciones requeridas en cada etapa de su ciclo biológico. Por ello, realizar una correcta selección de los fungicidas a usar, y respetar las dosis, volúmenes de aplicación y momentos de aplicación recomendados. Dar mucha importancia además a los controles de calidad de aplicación, para lograr una cobertura efectiva, ya que los fungicidas cúpricos y estrobilurinas son preventivos (aunque pyraclostrobin presenta un efecto curativo corto), por lo que el tratamiento es PREVENTIVO.
  • Las charlas de las jornadas estarán disponibles en los canales de youtube de la EEAOC y de Brucke Agro.