Recomendaciones para un momento clave en la vida de un cañaveral

La calidad de la semilla, la variedad a plantar y la preparación del suelo son algunos puntos que no debe descuidar el productor.

La plantación es una de las tareas más críticas en la producción de caña de azúcar. Los errores que se cometen durante esta etapa influyen en toda la vida del cañaveral. Debido a este motivo, Eduardo RomeroPatricia Digonzelli y Juan Giardina, del subprograma Agronomía de Caña de Azúcar de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC), repasan algunos aspectos fundamentales para lograr una plantación exitosa. Entre algunos de los más importantes mencionaron la elección de la caña semilla y de la variedad, el diseño, la época, la preparación del suelo y la densidad de plantación.

“Siempre debemos considerar la calidad de la caña semilla que vamos a utilizar. Antes de plantar debemos realizar el diagnóstico sanitario de la semilla y solo plantar la que presente buen estado sanitario. La caña semilla joven (planta o soca 1), bien manejada y sin semillas de tupulo para que evitemos llevar esta maleza a los lotes. El uso de caña semilla de alta calidad aumenta el rendimiento cultural del cañaveral y permite utilizar menor cantidad de semilla en la plantación, con la consiguiente disminución de los costos”, dijeron.

En cuanto a la preparación del suelo, explicaron que involucra una serie de labores -subsolado, cincel, rastra, etcétera-, que tienen como finalidad preparar una buena cama de siembra que contribuya a la buena brotación de la caña semilla, que favorezca el desarrollo radicular y que permita conformar una cepa vigorosa. “La preparación de suelo debe responder a las necesidades de cada lote: no existen recetas que puedan aplicarse universalmente”, precisaron.

Época

La época de plantación define el escenario ambiental en el que se implanta el cañaveral, lo cual tiene fundamental importancia para el crecimiento y el desarrollo de este. “Teniendo en cuenta que la época más empleada en Tucumán es la de otoñoinvierno -entre mayo y agosto- hay que considerar algunas limitaciones de esa época: la disponibilidad de caña semilla puede verse afectada si ocurren heladas; la temperatura no es adecuada para la brotación, por lo cual la caña semilla pasa mucho tiempo bajo tierra; la humedad edáfica disminuye a medida de que avanzamos en esta época, y a menudo hay dificultades para disponer de maquinarias y de mano de obra -y para brindarle a las tareas de plantación la atención que merecen-, porque coincide con la época de zafra”, indicaron.

Seguidamente, Romero, Digonzelli y Giardina recordaron que las variedades son la tecnología más económica y eficiente para mejorar la productividad. “Por ello, conocer el espectro varietal disponible y probar las nuevas variedades para evaluar su respuesta en las condiciones de cada explotación es algo que todo productor debe tener en cuenta en su planificación”, sugirieron.

En lo que tiene que ver con el diseño de plantación, dijeron que en Tucumán los mejores resultados se obtuvieron con el de surcos de base ancha -de 0,4 m a 0,60 m en la base del surco, distanciados a 1,60 m entre surcos-. “Este diseño permitió incrementos promedio de producción de un 15% a un 20%, debido a la mejor distribución de la semilla en el surco, lo que favorece el contacto caña semilla-suelo, evita las interferencias mecánicas entre los brotes y, por lo tanto, mejora la brotación y el crecimiento inicial”, destacaron.

La densidad de plantación se refiere al número de yemas por metro lineal de surco: “si se emplea caña semilla de alta calidad y se realizan adecuadamente las tareas de plantación no deberían usarse más de 15 a 18 yemas por metro”.

Precisaron que el cruce de la caña semilla consiste en superponer las porciones del tallo que portan las yemas basales con las apicales, a fin de evitar fallas en la brotación.

“El troceado de la caña semilla es una práctica importante que se realiza para favorecer la brotación de todas las yemas. La caña semilla se debe trocear en estacas con 3 a 5 yemas (50 a 60 cm de longitud aproximadamente).

Según las estaciones

En cuanto al tapado de la caña semilla, indicaron que en las plantaciones de otoño-invierno, la semilla se tapa con mucha tierra, formado un bordo que favorece la conservación de la humedad. “Al acercarnos a la primavera se baja este bordo, para permitir el calentamiento del suelo y favorecer la brotación, a la vez que se realiza un control mecánico de las malezas que aparecieron sobre el bordo”, añadieron.

La plantación define, en gran medida, el futuro del cañaveral. Brindar la atención necesaria a cada una de las tareas y a los diferentes aspectos que esta etapa involucra siempre redundará en cañaverales más productivos y longevos. “De malas plantaciones no nacen buenos cañaverales”, alertaron Romero, Digonzelli y Giardina.