“El citricultor trabaja apoyado por el gobierno de EEUU”

Hilda Gómez (USDA) dijo que necesitan 20 millones de plantas de limones.

La doctora Hilda Gómez es mexicana y trabaja como investigadora en el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos). En el IX Congreso Argentino de Citricultura abrió sobre Huanglongbing (HLB) “Situación actual en EEUU”. Presentamos sus comentarios.

Situación en Florida: El HLB fue devastador: es la más severa de las enfermedades en cítricos, pero no hay que descartar las otras enfermedades. El USDA se puso al frente para controlar las enfermedades. El APHIS (Animal and Plant Health Inspection Service) tiene a su cargo la inspección de la sanidad. Tenemos un programa especial para “cancrosis”, enfermedad endémica desde 2006. El objetivo es que la citricultura sobreviva y garantizar la comercialización.

Aparición del HLB: Surgió primero en Florida, en 2005, cuando desde 1998 teníamos el psílido (Diaphorina citri) en las plantaciones. En promedio, seis años demora la enfermedad en aparecer. Y después, llegó a todos lados; se pensaba que no iba a soportar el frío, pero sí lo hizo. Hoy, tenemos el psílido en Florida, Georgia, Carolina del Sur y Alabama, desde 2017.

Impacto en la producción: Las producción en Estados Unidos, especialmente en Florida, se redujo un 70% entre 2000 y 2017; fue un proceso acumulativo. En 2005, el HLB ingresó a las fincas y, hoy, aproximadamente, el 100% de las plantas están contaminadas. Y la aparición en 2010 de la “mancha negra” provocó una mayor decadencia en la producción citrícola en los EEUU.

Situación en el campo: Unos 15 días después que está presente el inóculo, la planta infectada puede convertirse en fuente de inóculos. Para el campo diseñamos protocolos de trabajo y procedimiento, planificando acciones ante la plaga invasora y considerando distintos factores de riesgo. Por ejemplo, tomamos los censos de población y de viajeros, porque verificamos vínculos entre las zonas infectadas con la presencia de personas que visitaron países asiáticos en turismo.

Control del HLB: Desarrollamos programas regionales; un productor solo no puede luchar por los gastos económicos y por el costo de las aplicaciones; deben formar asociaciones de productores. Somos proactivos; no hay que pensar que las enfermedades no llegarán a nuestras fincas cítricas, porque sí ingresarán. En las áreas comerciales trabajamos igual que en las poblacionales: controlamos el trayecto el campo-planta de procesamiento; e implementamos monitoreos totales, tanto de la población como del tipo de viajero.

También trabajamos sobre labores de convencimiento: cada grupo de productores cuenta con el servicio de un entomólogo, con apoyo del Gobierno, quien respalda al productor con el objeto de disminuir la población del psílido y lograr reducir los costos de los controles y pulverizaciones. El productor trabaja unido, y los grupos se conforman para protegerse contra todas las enfermedades. No hay manejo ni lucha contra el HLB si no nos unimos.

Material de propagación: Todo es regulado por el Estado; hoy necesitamos unos 20 millones de plantas en EEUU para recuperar el nivel que teníamos antes del HLB. Los viveros deben cumplir requisitos para su material genético y pautas para reproducción (nada se hace al aire libre) y ventas al productor o a otro Estado de la Unión. Los viveros son inspeccionamos en forma permanente. Esto ha cambiado el viejo concepto que teníamos sobre los viveros en cuanto a producción, manejo, controles y comercialización. Ahora, el propietario de ese establecimiento es responsable sobre todo el vivero.

Cuando aparece el HLB: Eliminamos los árboles, utilizamos material certificado y atacamos al psílido, haciendo una inspección y luego un diagnóstico y detección de los síntomas.

Fuente: La Gaceta