Una buena “caña semilla”es sinónimo de sanidad

La importancia del estado sanitario del material de propagación , lo cual constituye un aspecto fundamental en la calidad de la caña semilla, especialmente lo referido a las enfermedades sistémicas de gran incidencia en la productividad de los cañaverales, fue abordado por la La licenciada Constanza Joya, de la Sección Fitopatología de la EEAOC.

Entre estas enfermedades, el “raquitismo de la caña soca” o RSD es una de las más importantes en términos económicos. Las disminuciones de rendimiento cultural pueden superar el 50% en variedades susceptibles.

La enfermedad, causada por la bacteria Leifsonia xyli subsp. xyli, infecta la planta colonizando el interior de los tallos, sin presentar síntomas externos específicos. Se puede observar una disminución en el crecimiento de las plantas (reducción de la altura y del diámetro de los tallos) y un acortamiento de los entrenudos, aunque estos síntomas están asociados con déficit nutricional y sequías.

La investigadora resaltó la importancia de la diseminación de la enfermedad, que se produce principalmente a través de la “caña semilla” enferma y por el uso de herramientas de corte sin desinfectar durante el manejo del cultivo, recalcando la la importancia de realizar un diagnóstico apropiado de la caña que se destinará a las futuras plantaciones. La inmunidad o resistencia total a la enfermedad no existe hasta el momento, por lo que la principal estrategia de manejo de esta patología es la utilización de “caña semilla” sana.

La investigadora resaltó la importancia de la diseminación de la enfermedad, que se produce principalmente a través de la “caña semilla” enferma y por el uso de herramientas de corte sin desinfectar durante el manejo del cultivo, recalcando la la importancia de realizar un diagnóstico apropiado de la caña que se destinará a las futuras plantaciones. La inmunidad o resistencia total a la enfermedad no existe hasta el momento, por lo que la principal estrategia de manejo de esta patología es la utilización de “caña semilla” sana.

Por lo tanto sugiere:

  • Planificar la toma de muestras con antelación para organizar de manera eficiente la plantación. La edad óptima del cultivo para tomar una muestra es más de 7 meses de crecimiento. En Tucumán es a partir de abril.
  • Adecuada desinfección de los implementos de corte y los equipos utilizados durante la plantación, cultivo y cosecha de los lotes, con hipoclorito de sodio al 10% o amonio cuaternario al 3‰. Tener en cuenta que los desinfectantes empleados deben estar en contacto con las herramientas o cuchillas por lo menos durante 5 minutos.
  • Una vez cortadas las muestras, llevarlas correctamente identificadas al laboratorio en el menor tiempo posible.
  • Realizar un buen “descepe del cañaveral viejo”, para evitar que se mezcle el rebrote de alguna cepa y enferme a la nueva plantación durante el manejo posterior.

Por último, la licenciada Joya recomendó realizar los cuidados culturales y el control de la plantación, para evitar la infección y diseminación de esta enfermedad, y para que los productores realicen los chequeos sanitarios de rutina para conocer el estado de la semilla con la que se va a plantar.

El Laboratorio de la Sección Fitopatología de la EEAOC recibe las muestras de 20 tallos cortados al azar y de diferentes cepas para realizar el diagnóstico de “raquitismo de la caña soca”, de lunes a viernes en el horario de 8 a 16 horas, en la sede de la institución, avenida William W. Cross 3.150.

(Fuente: EEAOC, Publicado en La Gaceta)