TECNOLOGÍA DE PUNTA
Más de 300 productores de Tucumán y del resto del NOA asistieron la semana pasada al “Día de Campo de Papa” en El Molino, Chicligasta (camino a Alpachiri), organizado desde la Sección Horticultura de la EEAOC junto a la agroquímica Alberdi, la Asociación de Productores de Papa (APROPAP) y la Asociación de Productores de Papa Semilla (APASE) .
Durante la jornada, realizada en una finca cedida por el productor Francisco Vargas, se presentaron parcelas con clones avanzados de papa material desarrollados por el Programa de Mejoramiento Genético de la EEAOC, además de productos químicos de última generación de las empresas auspiciantes, sumado a esto se realizó una exhibición de maquinaria con tecnología de avanzada que permitirá optimizar la producción papera en nuestra región.
“Hoy estamos mostrando cinco de los materiales más avanzados que tenemos. En este momento hay en proceso de selección unos 5000 clones , de los cuales cinco están en ensayos comparativos de rendimiento, siendo probados en las diferentes zonas de Tucumán para ver si el comportamiento de estos supera a los que tradicionalmente utiliza el productor. En el caso de dos de ellos se observa claramente que sí los superan, y serán inscriptos como una nueva variedad”, subrayó el ingeniero Ramiro Lobo, Jefe de la Sección Horticultura de la EEAOC.
Destacó Lobo la gran concurrencia a la jornada y recalcó la importancia de este tipo de muestras: “el productor papero está siempre ávido de novedades tecnológicas porque sabe que el éxito de su cultivo depende muchísimo del manejo agronómico. Es un productor que tiene que apuntar mucho al rendimiento y a la calidad, ya que al ser la papa un cultivo agámico (que se reproduce de manera asexual) es muy proclive a contraer enfermedades y perder potencial de rendimiento a través de la semilla. Por esta razón es también el papero un productor de avanzada en cuanto a técnicas de saneamiento y producción de semillas. Este tipo de jornada es clave ya que en ella se puede ver el material directamente a campo y no desde un folleto”, recalcó. El evento contó con la participación de ocho empresas que exhibieron productos químicos de última generación en parcelas demostrativas, y se dieron a conocer novedades en la preparación del suelo y la conducción del cultivo. “El productor local tiene que levantar los niveles de productividad para poder mantenerse competitivo, y las nuevas maquinarias que pudieron apreciarse en esta jornada señalan que está cambiando la tecnología y lo ayudan a mantener el incremento en el rendimiento”, detalló el especialista.
Nuevos materiales genéticos
Lobo señaló la importancia de contar con una genética adaptada a la zona para poder sacar el máximo de rendimiento gracias a las novedades tecnológicas. “Se busca la obtención de variedades de ciclo más corto, precoces y tolerantes a las altas temperaturas y que además presenten baja “dormición”, con el fin de que se adapten a una provincia pequeña y caliente como la nuestra, donde se realizan cuatro cultivos por año”, puntualizó. Es ese aspecto destacó que los cinco materiales que están siendo presentados actualmente poseen un rendimiento igual o superior a la variedad Spunta, las más usada por los productores por su plasticidad y adaptación a los diferentes ambientes de Tucumán y el país. “A nivel local, por las condiciones de los lotes y por el tipo de ambiente, el rendimiento de la varidad Spunta está en el orden de las 20 a 25 toneladas por hectárea. El objetivo debe ser llegar a 50 toneladas y en eso estamos trabajando en la EEAOC”, explicó el profesional.
Respecto a los materiales nuevos, señaló que “si bien están rindiendo más que Spunta, todos están en un piso de manejo y hay que adicionarles después la parte de saneamiento”.
En cuanto a la apariencia en forma y tamaño de las nuevas variedades, Ramiro Lobo indicó que en general y en particular las dos que están por ser inscriptas tienen mejor forma que Spunta. “No es fusiforme sino una papa oval alargada, que es lo que se busca para generar un menor desperdicio en el proceso de pelado y para industrializar. Si se la corta en bastones o en rodajas, con esta forma se disminuye el residuo y es ideal para la industria”, ejemplificó. Asimismo comentó que uno de los materiales produce una papa de piel morada, parecida a la forma de Spunta, pero que tiene como fin que se comercialice como gourmet. “Posee un color morado intenso y creemos que puede servir para un determinado mercado; solo por eso la tenemos en experimentación, si no la habríamos descartado”, explicó
Superficie cultivada en Tucumán
Con respecto a la superficie y las zonas donde se desarrolla el cultivo, Lobo señaló que en Tucumán se produce la denominada papa primicia: “ronda históricamente las 6000 hectáreas y es la producción más importante de la provincia. Después, en las zonas semi tardías como Tafí del Valle y Las Estancias (Catamarca) la producción está cerca de las 1200 hectáreas. Otra variedad que se produce aquí es la papa otoñal, aunque en menor superficie -debajo de las 1000 hectáreas- que se utiliza generalmente para la industria”. “Este año la campaña viene muy bien. No hubo demasiados problemas climáticos; incluso las lluvias, que si bien nunca son lo que uno quisiera, se desarrollaron en forma normal desde el punto de vista agronómico; esperamos es que los precios también acompañen”, indicó.
Bondades para la industria
Unas de las particularidades que tiene Tucumán es que cuenta con cuatro cosechas en el año y eso es lo que la hace tan atractiva para quien quiera dedicarse a la actividad industrial. Si bien la mayor parte de la producción de papa primicia se destina al mercado interno en nuestro país, un porcentaje más pequeño también se envía a industria “Lo importante es que se comercializa en las diferentes épocas en que produce nuestra región”, advierte Lobo. En ese aspecto “esto es beneficioso para una industria local, porque en un radio de 100 kilómetros prácticamente puede obtenerse toda la materia prima necesaria y durante cuatro cosechas. Esto significa contar con una papa mucho más fresca que va a tener menores costos de almacenamiento, como hacen las grandes fábricas, en donde el 90 por ciento de su material de producción se toma solo de una cosecha y luego va a cámara”, sostuvo.