El gobierno provincial y ATC acuerdan campaña por HLB. Una actitud preventiva imprescindible frente a los nuevos compromisos comerciales de la citricultura tucumana.
La buena noticia
Tucumán ha sido noticia en los diarios más importantes del país y sitios especializados en temas agroindustriales. La especie en realidad es la del reingreso del limón argentino al mercado de los Estados Unidos, pero, como se sabe, el 80% de ese limón es de origen tucumano. Una excelente buena noticia que Tucumán celebra con genuino sentimiento compartido entre distintas expresiones del sector frutihortícola en particular y de otros que ven, en la reapertura, un más promisorio horizonte comercial para la Marca Tucumán en general.
Esa satisfacción, ese entusiasmo y esa ilusión compartida, se expresaron claramente en el acto que el gobierno de la provincia encabezó este miércoles 21 de diciembre, durante el que el gobernador tucumano sostuvo con el embajador argentino en Washington una muy cordial videoconferencia, en la que explicitaron la misma satisfacción y reconocimiento recíproco por un trabajo en equipo que culmina ahora con éxito. Ese predisposición al reconocimiento del otro se manifestó en la palabra de todos los que hicieron uso de ella en la ocasión. Buena noticia. Muy oportuna como augurio de fin de año: la evidencia concreta de una bien acabada etapa cumplida, en la que todos los actores principales se sienten cómodamente involucrados.
De lo que sigue
A etapa que termina, etapa que comienza. La reapertura pone al sector frente a un fuerte compromiso. La resolución que favorece hoy a Tucumán será observada muy de cerca por la competencia local. Los 15 años transcurridos desde el cierre de las fronteras para nuestros productos han sido para el productor norteamericano un muy buen servicio de protección comercial y la reapertura pues, una contrariedad. El control de calidad por parte de nuestra producción será uno de los factores clave a tener en cuenta en un contexto de mayor exigencia en volumen.
Desde el punto de vista estrictamente fitosanitario, aún faltan pasos formales a cumplir, especialmente en cuanto a la definición de lo que podría llamarse un “plan de trabajo”, que deben aún terminar de afinar la APHIS por el lado de los EEUU y el Senasa por el nuestro.
En ese contexto, la EEAOC seguirá disponible para, como hasta ahora, aportar con sus equipos lo que haga falta tanto en materia cuarentenaria como de apoyo diagnóstico, monitoreos, capacitaciones y otros servicios según disponga solicitarle el Senasa en el marco de los acuerdos procedimentales pendientes.
Cuidado con el HLB
Algo eclipsado quizá por la fuerza de la noticia acerca de la reapertura, quedó en segundo plano un hecho auspicioso y significativo: la firma, durante el mismo acto, de un acuerdo público-privado (rubricado por el gobernador Juan Manzur en nombre del gobierno provincial y por Roberto Sánchez Loria en el de la Asociación Tucumana del Citrus) para accionar conjuntamente en la prevención del HLB. Un acuerdo fundamentado en la conciencia de cuánto el ingreso de la enfermedad y el posible trastorno sobreviniente si se produjera puede llegar a afectar el nuevo horizonte comercial de Tucumán.
El HLB no afectaría directamente ninguno de los aspectos fitosanitarios del acuerdo con los EEUU, porque no es una enfermedad cuarentenaria. Pero el daño que produce, el incremento de los costos de producción y la merma gradual de los volúmenes obtenibles desequilibrarían la relación costo beneficio de toda actividad comercial, sobreexigida desde ahora por los nuevos próximos compromisos.
Aún no siendo una enfermedad cuarentenaria, la posible pérdida del status fitosanitario del limón tucumano, hoy libre tanto del vector como de la bacteria causal del HLB, constituye una amenaza más, comercial esta vez, a la imagen de la Marca Tucumán en el mundo.