En Tucumán, la ocurrencia de heladas suaves y moderadas paralizan la evolución de la maduración de los cañaverales, mientras que las severas y muy severas pueden provocar pérdidas de producción de azúcar entre un 10% y 25%, derivadas de la reducción de la cantidad de caña para molienda y, en especial, por el deterioro de la calidad de la materia prima que se procesa y de las dificultades que este deterioro provoca en la recuperación fabril de azúcar. Además, el frío limita la disponibilidad de caña semilla apta para la realización de las renovaciones comerciales.
La Ing. Fernanda Leggio y el Dr. Eduardo Romero, comentaron que este año y en toda el área cañera, los cañaverales tucumanos sufrieron la ocurrencia de heladas de distinta intensidad y duración. Si bien durante el mes de julio ya se habían registrado heladas de cierta importancia, durante los primeros días de agosto se presentaron fríos más intensos y prolongados.
Con el propósito de efectuar una evaluación de los daños provocados por este fenómeno adverso en los lotes comerciales de caña de azúcar, técnicos del Subprograma Agronomía de la Caña de Azúcar-EEAOC, organizaron un recorrido por las distintas localidades del área cañera de la provincia. A tal efecto se seleccionaron lotes representativos del área cañera dividida en tres zonas: 1) zona norte, 2) centro y 3) sur y se monitorearon lotes comerciales con las variedades LCP 85-384 y TUC 95-10. Los mismos fueron seleccionados cercanos a la red de estaciones meterológicas que posee la EEAOC.
Las evaluaciones incluyeron observaciones visuales de los cañaverales, considerando el estado del follaje, del brote apical, el número de yemas dañadas y el número de entrenudos con tejido afectado. A partir de estos datos se pudo determinar el nivel de daño en cada situación particular. Los mismos fueron categorizados según la siguiente escala (Tabla 1).
Tabla 1: Daños ocasionados al cañaveral según la severidad de las heladas (Fuente: Manual del Cañero, 2009)
Los resultados de este monitoreo se presentan en la Tabla 2.
Tabla 2: Resultados de la evaluación visual realizada en los cañaverales.
Estación meteorol. más cercana | Variedad | Nota de escala | Muerte brote guia | Afección del follaje | Muerte yemas (desde el ápice hacia abajo) | Entrenudos dañados | |
San Pablo | TUC 95-10 | severa | si | Total | 6 | 2 – 3 | |
San Pablo | LCP 85-384 | moderada-severa | si | parcial | 3 | 2 | |
Fronterita | TUC 95-10 | moderada-severa | si | total | 3-4 | 2 | |
Fronterita | LCP 85-384 | moderada | si | parcial | – | 1 | |
Arcadia | TUC 95-10 | moderada | si | total | 2 | 2 | |
Arcadia | LCP 85-384 | moderada | si | parcial | – | 1 | |
Santa Ana | TUC 95-10 | muy severa | si | total | 8-10 | 4 | |
Santa Ana | LCP 85-384 | moderada-severa | si | parcial | 1 | 3 | |
El Membrillo | TUC 95-10 | suave | no | no afectado | 1 | 0 | |
El Membrillo | LCP 85-384 | suave | no | levemente | 0 | 0 | |
Simoca | TUC 95-10 | moderada | si | parcial | 4-5 | 2-3 | |
Simoca | LCP 85-384 | suave | si | levemente | 1 | 1 | |
Viclos | TUC 95-10 | severa | si | parcial | 4-5 | 2-3 | |
Viclos | LCP 85-384 | severa-muy severa | si | parcial | 10-12 | 1-2 | |
Los Quemados | TUC 95-10 | severa-muy severa | si | total | 10-12 | 2-3 | |
Los Quemados | LCP 85-384 | severa | si | parcial | 2-3 | 2-3 | |
La Argentina | TUC 95-10 | suave | si | parcial | 2 | 0 | |
La Argentina | LCP 85-384 | Sin heladas | |||||
La Cruz | TUC 95-10 | suave | no | levemente | 0 | 0 | |
La Cruz | LCP 85-384 | suave | no | levemente | 0 | 0 | |
Timbó Nuevo | LCP 85-384 | severa | si | Total | 6-8 | 3 | |
Las Piedritas | TUC 95-10 | severa | si | parcial | 8-9 | 1 | |
Las Piedritas | LCP 85-384 | moderada-severa | si | parcial | 3 | 0 | |
Monte Redondo | TUC 95-10 | muy severa | si | Total | 10-12 | 3 | |
Monte Redondo | LCP 85-384 | muy severa | si | Total | 10-12 | 4 |
En primera instancia, se puede señalar que la incidencia de las heladas fue generalizada y con efectos variables sobre el cañaveral, que dependen en gran medida de su localización, de la variedad implantada, del nivel de crecimiento y producción, de la posición topográfica, de la cercanía de cursos de agua y/o zonas de monte, entre otros.
Los daños de mayor importancia se registraron en los lotes ubicados en el Centro y Sureste del área cañera, lotes con variedades distintas a LCP 85-384 y en cañaverales que presentaban menor nivel de producción y/o volcados.
Cabe destacar que las heladas del mes de julio permitieron a los cañeros acelerar el avance de la cosecha en la zona sureste, la más afectada, y por ese motivo en algunas localidades a la fecha de este monitoreo, no se encontró caña en pie.
Simultaneamente, se extrajeron muestras de caña para evaluar la calidad fabril de la misma en el Laboratorio de Investigación Azucarera de la Sección Química de la EEAOC.
En la Tabla 3 se muestran estos resultados.
Tabla 3: Parámetros de calidad fabril.
PROMEDIOS | |||||
TUC 95-10 | LCP 85-384 | ||||
Muestra | Pureza% | Pol%caña | Muestra | Pureza% | Pol%caña |
La Argentina | 88,0 | 16,4 | La Argentina | 91,5 | 17,6 |
La Cruz | 90,8 | 16,3 | La Cruz | 92,1 | 17,5 |
Las Piedritas | 89,6 | 15,1 | Timbo Nuevo | 91,7 | 16,0 |
Monte Redondo | 88,9 | 14,7 | Las Piedritas | 91,9 | 16,6 |
San Pablo | 92,6 | 15,9 | Monte Redondo | 89,0 | 15,1 |
Fronterita | 92,0 | 15,6 | San Pablo | 92,0 | 16,1 |
Arcadia | 90,0 | 15,6 | Fronterita | 91,9 | 16,1 |
Simoca | 88,0 | 15,4 | Arcadia | 92,4 | 17,5 |
Viclos | 87,4 | 14,8 | Simoca | 91,7 | 17,8 |
Los Quemados | 88,7 | 14,5 | Viclos | 87,5 | 13,9 |
Santa Ana | 90,9 | 15,4 | Los Quemados | 90,6 | 15,8 |
El Membrillo | 92,8 | 16,8 | Santa Ana | 92,1 | 16,4 |
El Membrillo | 91,5 | 16,7 |
En esta información, a pesar de la distinta severidad de las heladas, no se destacan todavía efectos que denoten problemas de deterioro en la calidad fabril de la caña, como indican los elevados niveles de Pol y sobre todo de Pureza %.
El nuevo escenario generado por las heladas, que se caracteriza por su gran variabilidad espacial, obliga a los ingenios y productores a evaluar en cada lote el nivel de daño que sufrió el cañaveral destinado a la industria. Así se podrá realizar un reordenamiento de la cosecha estableciendo un orden de prioridad entre lotes y definiendo, en cada caso, la altura de despuntado adecuada, de manera de minimizar los efectos negativos del frío y mantener la calidad de la materia prima en niveles apropiados.
Es importante recordar que el efecto de las horas de frío es acumulativo, por lo tanto cada nueva helada modifica y agrava la situación del cañaveral.
Sin embargo, la magnitud final de las pérdidas de azúcar dependerá de la incidencia de otros factores cuya consideración y manejo permitirá minimizar su significación. Entre estos factores podemos destacar la influencia de las condiciones ambientales que se registren en el tiempo que resta de zafra, especialmente el incremento de las temperaturas y la ocurrencia de lluvias. También influirá el comportamiento de los cultivares comerciales (tolerancia al deterioro pos-helada, nivel de maduración, capacidad productiva y cobertura), la fecha de la cosecha, el sistema de recolección empleado, entre otros, pero sin dudas en este año el factor de mayor gravedad y riesgo lo constituyen las quemas. Hasta el 5 de agosto, la Sección Sensores Remotos y SIG de la EEAOC, lleva registradas 44.500 ha que sufrieron los efectos del fuego, con un porcentaje importante de caña quemada en pie, situación que potencia exponencialmente las pérdidas de caña y azúcar generadas por las heladas.
El grado de reorganización de la cosecha, la modificación de la altura del despuntado, la eliminación de la quema, y de las demoras por estacionamiento de la caña cosechada, resultarán factores decisivos para disminuir el impacto negativo del frío y minimizar las pérdidas.
Sin dudas, en estas circunstancias, resulta de máxima importancia el trabajo en el campo, pero también la difusión por los medios de comunicación de la importancia de evitar la quema de los cañaverales, asi como el compromiso del gobierno, sus organismos e instituciones y de la sociedad toda para evitar este serio problema que no solo afecta a la principal actividad económica de la provincia, sino a toda la comunidad por los efectos negativos ambientales, económicos y sociales que genera.
En el estado actual , con altos niveles de combustibilidad del material vegetal, la quema accidental y/o intencional de banquinas, matorrales o cañaverales provoca la propagación del fuego a miles de hectáreas en muy poco tiempo, haciendo perder el valor económico del cañaveral, al acelerar el deterioro de la materia prima.
Por este motivo, a fin de minimizar el riesgo de incendio en los cañaverales, se recomienda:
Subprograma Agronomía de la Caña de Azúcar
EEAOC