Un experto de la Eeaoc brindó un panorama de la situación del cultivo.
“Hasta ahora, al cultivo de maíz lo veo bien. Sufrió mucho la sequía y las altas temperaturas, pero se recuperó con las lluvias que se dieron desde el 20 del mes pasado, lo que además permitió que se pueda seguir sembrando una gran
superficie que todavía faltaba sembrar”, consideró Daniel Gamboa, técnico de la sección Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
Añadió que los maíces se presentan en distintos estados de situación, dependiendo mucho de cómo se comportaron las lluvias en las diferentes zonas donde fue sembrado. “Hay de todo. No me animo a decir si dieron o si habrá pérdidas de rendimiento, porque aún es muy temprano. Pero que exista esta disminución depende de cómo se presentaron la seca y las altas temperaturas y el momento en que se encontraba el cultivo”, explicó.
De todos modos, destacó la genética que se está utilizando. “Es increíble cómo se recupera el cultivo. Basta ver los resultados de la campaña pasada”, remarcó.
Añadió que se advierte una gran heterogeneidad en la siembra, y dijo que esta se extendió por muchos días. “Nada nos sobra; seguimos dependiendo de los aportes que tengamos de las precipitaciones”, señaló Gamboa.
Agregó que al observar los mapas los mapas de lluvias se advierte déficit desde diciembre, mes que generalmente acumula agua en el suelo. “Enero llovió algo parecido al promedio, solo que las lluvias se dieron en muy pocos
días -tres a cuatro-, y tuvimos muchas jornadas con sequía”, precisó.
Calculó que la superficie sembrada resultó, finalmente, un poco menor a la que se había estimado antes del inicio de siembra: “pero muchos que tenían insumos sembraron hasta último momento”.
Añadió que lo que no se logró sembrar con maíz o con soja en su momento tuvo destino de poroto. “Hoy el productor está más tranquilo porque sembró y lo que tenía con problemas de falta de agua se recuperó, pero como dije nada
sobra”, insistió.
Consideró que la producción esté en carrera. “Debemos monitorear y seguir al cultivo en lo referente a malezas, a plagas y a enfermedades. El problema es que no tenemos pulmón de agua acumulada, por lo que dependemos de nuevas lluvias”, dijo. Y aconsejó ir paso a paso, sin pronosticar resultados.
“Sigue lloviendo, pero las precipitaciones siguen siendo irregulares, dispersas. Esperemos que la situación se normalice y que los cultivos puedan llegar a cosecha como corresponde”, anheló.