Charla: cultivos invernales de  trigo y garbanzo (primera parte)

Fuente: EEAOC, publicado en La Gaceta 10 de abril 2021

La Estación Experimental Agroindustrial  Obispo Colombres (EEAOC) junto a  Brucke Agro,  llevaron a cabo la semana pasada la segunda capacitación  del  “Ciclo de conferencias on line Edición 2021”, sobre recomendaciones para las siembras de invierno en los cultivos de  trigo y garbanzo (primera parte).

En la apertura de la jornada,  transmitida por la plataforma Zoom, el  Dr. Hernán Salas, Director Asistente de la institución, remarcó que la Estación siempre “ha estado procurando soluciones tanto en los cultivos tradicionales como en nuevas alternativas y posibilidades”. “En ese afán de querer llevar información útil para el productor, y que pueda  lograr una mayor eficiencia en el uso de toda la tecnología y los recursos, los cultivos invernales constituyen una herramienta muy interesante e indispensable a tal efecto”, resaltó el directivo.

La primera exposición contó con la participación especial de la Dra. Mercedes Scandiani, quién se refirió a  las pautas en la calidad sanitaria de las semillas. Scandiani brinda asesoramiento y servicios a empresas, en el desarrollo y evaluación de terápicos químicos y biológicos para semillas de soja, maíz, trigo, cebada y pasturas. Entre otras cosas,  es miembro titular del Centro de Referencia de Micología (CEREMIC) de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Recientemente fue  Presidente del  congreso de semillas que se llevó a cabo en forma virtual, en noviembre de 2020.

Durante su exposición, la especialista brindó pautas a tener en cuenta en la calidad sanitaria de la semilla.

“Para el inicio de un buen cultivo la semilla es el insumo esencial.  Es por ello que entre las pautas que se pueden mencionar se encuentra el conocimiento de la calidad de la semilla. Se debe contar con un diagnóstico integrado por  la calidad fisiológica (poder germinativo, vigor), pureza genética, pureza físico-botánica, peso de 1000 semillas y sanidad”, explicó. “Estos índices se determinan en laboratorios habilitados por el INASE que siguen las metodologías indicadas por normas internacionales”, agregó.

Scandiani  indicó que todos estos análisis se realizan a partir de una muestra de semillas representativa del lote, de acuerdo a las normativas, según se encuentre a granel o en bolsas estibadas. “En el caso del análisis sanitario, se busca determinar el % o la incidencia principalmente de hongos y de la carga fúngica total. Estos patógenos pueden estar ubicados fuera o dentro de las semillas, por lo general en forma asintomática, y también mezclados con las semillas. Algunos hongos pueden afectar el poder germinativo y vigor,  mientras que otros  se llevan en la semilla en forma silenciosa, y transmiten enfermedades foliares, de tallo y de raíces”, detalló. “Entre las medidas o pautas que se pueden adicionar a las ya mencionadas (muestreo correcto, distintos índices complementarios indicativos de la calidad), se encuentran  el híbrido  o variedad, el  tratamiento de semillas con fungicidas y el manejo del lote a través  de rotaciones”, sostuvo la profesional.

Trigo: análisis de las condiciones agrometeorológicas para la siembra en las campañas 2018 a 2021

La Sección Agrometeorología realizó un análisis comparativo de las condiciones agrometeorológicas previas a la siembra de trigo para las campañas comprendidas entre el año 2018 y 2021. Las conclusiones de este análisis fueron expuestas durante la jornada por el Ing. Martín Leal.

El Ing. Leal remarcó que la Campaña 2018 se caracterizó por la falta de precipitaciones en el bimestre febrero-marzo, lo que hizo que la superficie sembrada fuera menor. Las lluvias de importancia agronómica recién se produjeron en el mes de abril, por lo que la siembra se atrasó a mayo y junio. En cuanto a la Campaña 2019, el Ing Leal comentó que se produjeron lluvias importantes en los meses de marzo y abril, aumentando la superficie sembrada, pero retrasando la siembra que se prolongó hasta julio. Además refirió que durante la Campaña 2020 hubo una escasez de precipitaciones de interés agrícola a partir del mes de marzo y durante toda la campaña.

Según este análisis, la Campaña 2021 inicia con falta de precipitaciones en los meses de enero, febrero y marzo (en la mayoría de las localidades, con valores entre un 33 a un 66% del valor de referencia), lo que se refleja en poco almacenamiento de agua en el perfil.

Además, remarcó que las condiciones hídricas al momento de la siembra y en el período reproductivo explican la mayor parte de la variabilidad de los rendimientos y que un requisito fundamental para la siembra de los cultivos de invierno es un adecuado perfil de humedad en el suelo, debido al inicio de la sequía estacional.

Leal, manifestó que de acuerdo con el pronóstico emitido por el Servicio Meteorológico Nacional, para los próximos tres meses (abril a junio) se esperan precipitaciones que serían normales o superiores a la normal. En cuanto a las temperaturas, se esperan valores normales para el mismo período.

Finalmente, recordó a los presentes que éste análisis fue realizado con información generada por la Red de estaciones meteorológicas automáticas que opera la EEAOC, la cual está disponible en la página web  https://agromet.eeaoc.gob.ar/

Posteriormente,  la ingeniera  Carmina Fandos, de la Sección Sensores Remotos y SIG se refirió a la  superficie  cultivada con trigo y garbanzo en Tucumán en las últimas campañas.

Fandos indicó que la superficie neta total implantada con trigo en Tucumán en la campaña 2020 fue estimada en 83.200 ha, lo que implica un decrecimiento, en el orden del 7%, 6.530 ha con respecto a la campaña 2019.

El análisis en los departamentos con más de 7.000 ha cultivadas revela descensos y aumentos de superficie. La principal merma en hectáreas se constató en el departamento Graneros, con 6.020 ha menos, seguido por La Cocha, con 3.020 ha menos. En este punto cabe mencionar que en los departamentos Graneros y La Cocha se constató un importante incremento de la superficie con maíz en la campaña de verano, cultivo cuya demora en la cosecha dificulta la implantación de cultivos de invierno.

En los departamentos Burruyacu, Cruz Alta y Leales se registraron aumentos de superficie, en el orden de las 1.910 ha, 580 ha y 280 ha mas en cada caso.

El análisis en valores porcentuales destaca a los departamentos Graneros y La Cocha, con decrecimientos de alrededor del 45% y 19%, respectivamente.

La evolución de la superficie de trigo en la última década revela importantes variaciones del área implantada. Si bien en 2019 se había recuperado la tendencia alcista que se mantenía desde 2014 y que se había revertido en 2018, en 2020 se constata nuevamente una tendencia negativa.

En cuanto al cultivo de garbanzo, indicó que fueron estimadas 13.240 ha, que significan un incremento en el área cultivada en relación a la campaña 2019, en el orden del 10%, unas 1.190 ha más.

El detalle en departamentos con más de 1.000 ha implantadas con garbanzo revela cambios importantes en Burruyacu, con una ampliación de 1.690 ha, que representa un incremento porcentual del 25%, y en La Cocha, con una reducción de 730 ha que corresponde a una merma del 40%. En Cruz Alta se constató un aumento de 300 ha, mientras que en Leales prácticamente se mantuvo la superficie de 2019.

El análisis de la superficie con garbanzo en la  última década indica una tendencia creciente en general desde 2014, sólo interrumpida debido a los decrecimientos de superficie constatados en 2016 y 2019.

En las últimas campañas se aprecia una disminución del área destinada a cultivos de granos invernales. La retracción del área granera se debe, en gran parte, al avance de otros cultivos como la caña de azúcar en mayor proporción, y los cítricos.

A su turno, la ing. Clara Espeche, integrante del Proyecto Legumbres Secas, brindó recomendaciones para la siembra del cultivo de garbanzo, las cuales se detallan a continuación:

-Seleccionar la variedad de garbanzo a utilizar, considerando su tolerancia a las heladas y a los patógenos de suelo; cada variedad presenta características distintivas. Considerando la más difundidas a nivel país. Norteño sigue siendo la de mejor comportamiento ante los factores mencionados. Chañarito S-156  lleva muchos años en el sector,  si bien no tiene un calibre grande (predominan 7 y 8 mm), se destaca por su rusticidad. Por último Kiara UNC-INTA en nuestra zona se caracterizó por ser sensible a Fusarium spp.y a las heladas.

-Escoger lotes con buena sanidad, para ello tener conocimiento de su historial y determinar la carga patogénica en el suelo. La detección de los patógenos presentes en el lote, será un indicativo del riesgo al que estará expuesto el cultivo, en caso de presentarse las condiciones favorables para la expresión de los mismos.

-Analizar la calidad fisiológica y sanitaria de las semillas a utilizar. El análisis del poder germinativo, vigor y carga patogénica en las semillas, es una etapa fundamental previo a la siembra. Cabe mencionar que Fusariumspp., uno de los principales problemas sanitarios en el cultivo se transmite por semilla, por lo tanto, detectar su presencia es útil para evitar la dispersión de variantes patogénicas a lotes libres de ella.

-Con respecto a la fecha de siembra, el factor condicionante es la humedad acumulada en el perfil del suelo. Generalmente, niveles de humedad elevados suelen registrarse desde fines de abril a principio de mayo. Sembrando en estas fechas, si bien se aprovecha la humedad disponible para alcanzar un buen establecimiento del cultivo, el riesgo de tener daños por heladas en momentos críticos del cultivo, es mayor (sobre todo en las fechas de abril). En función a lo mencionado, en caso de fechas tempranas seleccionar variedades que permitan escapar a las heladas, ya sea por una etapa vegetativa más prolongada o por su resistencia.

Seleccionar una fecha de siembra, que nos permita escapar a daños por heladas, es importante también desde el punto de vista sanitario, principalmente cuando nos referimos a infecciones producidas por patógenos de suelo. En las últimas campañas, se registraron niveles de incidencias elevados, en lotes afectados por heladas. Esto podría estar asociado al estrés en el cultivo por las temperaturas inferiores a los 0°C, que aumentaron su susceptibilidad permitiendo una posterior infección.

Por último, el ingeniero Daniel Gamboa, coordinador del proyecto Trigo y Maíz, brindó recomendaciones para la siembra del  Trigo. Entre las principales destacó:

  • Decidir la siembra teniendo en cuenta las lluvias acumuladas y la humedad disponible del perfil del suelo.
  • Tener presente la fecha probable de ocurrencias de heladas en fase crítica del cultivo.
  • Elegir las variedades más convenientes a sembrar teniendo en cuenta el ciclo y potencial de rendimiento; comportamiento sanitario; calidad de rastrojo; calidad de grano, rusticidad y adaptación y  madurez rápida.
  • Considerar el potencial de rendimiento en cada zona para el uso de insumos de mayor costo.
  • Tratar de sembrar los lotes según las posibilidades, tratando de mantener los suelos cubiertos, ya sea que quiera obtener trigo para cultivo de servicio o  rentabilidad (ver opciones).

Respecto la disponibilidad de agua en los suelos, el ing. Gamboa citó trabajos anteriores de la Sección Suelos de la EEAOC (Figueroa y Morandini ), observando de acuerdos a estas experiencias realizadas,  que la demanda de agua es mayor en los ciclos largos que en los corto y que la demanda   crece cuando más tarda la siembra para todos los ciclos largos o cortos. En tanto, dentro del área productora, la demanda de agua  es mayor en el este que en el oeste”.

“La ubicación del campo dentro del área productora determina la potencialidad de rendimiento. Con la misma cantidad de AUI 0-170 (%) los rendimientos esperados son más altos en el oeste que en el este. Esto obedece a una mayor demanda de agua en el este.

“El consumo del agua almacenada en el perfil más la lluvia caída en el ciclo, tiene una buena correlación con los rendimientos, todos los datos en conjunto, por zona y por fecha de siembra”.

“Existe una buena correlación entre el consumo de agua del trigo y las pérdidas del barbecho y entre los rendimientos y la diferencia entre el agua  consumida por el trigo y las pérdidas del barbecho. Esto muestra la importancia de las pérdidas por evaporación directa”, subrayó.

Respecto a la distancia entre surcos, el coordinador  señaló que muchos productores le consultaron si era mejor 0,52 m o 0,26 m. “Me gusta más la siembra de 0,26 m. que la de 0,52 m. a pesar de las ventajas que puede tener seguramente alejar los surcos y bajar densidad  en años secos. No obstante,  aun falta un mes para que se defina la cantidad de lluvia con la que contaremos; y si llueve bien  en el mes de abril la situación puede variar”, especificó.

En síntesis: 0,52 m  vs 0,26 m

 Fortalezas: conveniencia operativa, menor consumo de agua, implantación más barata, menor cantidad de semilla y curasemilla. Es una opción factible en áreas marginales.

Debilidades: menor cierre del cultivo, menor eficiencia en el uso de la radiación, menor producción de materia seca, mayor competencia con malezas y no todas las variedades se adaptan a esta distancia (macollaje).